LA VOZ DE ELISA EL DÍA QUE CULMINÓ SU GESTACIÓN

«Habia soñado una y mil veces como seria este momento. Había imaginado a mi familia cerca, de echo peleándose por entrar unos u otros, a mis amigos de visita, montones de besos y abrazos.. y en lugar de eso me veo haciendo videollamadas y escribiendo mensajes.

Sin embargo me siento afortunada, afortunada de que todo haya salido bien, de que yo y los míos estamos sanos, de que la vida va de esto.. de sumar, de amar, de reír, de a veces llorar también. Que ya saldrá el sol desde primera hora y bien arriba, con una cerveza bien fría en la mano y sonrisas en una terraza. Que llegarán buenos vientos, buenos tiempos. Sonríe, no pierdas aún la cabeza, vive!

Sólo dar las gracias a mi apoyo incondicional que siempre está conmigo, que me ha aguantado estos últimos días de desesperación, no hace falta que te lo diga pero aún así Te quiero, te quiero con locura.

Sólo un deseo para el mundo, que paséis lo que queda de esta pesadilla con alguien que os haga reír cada día, pero reir mucho. Eso deseo.»

Gracias Elisa por este texto cargado de amor, aceptación y capacidad de adaptación.

Y así es. En muchas ocasiones tenemos en la cabeza nuestro parto ideal, sabemos cómo y con quién. Sin embargo, en esta época en la que a muchas os ha tocado gestar y parir todo se desmorona, los planes, aquello a lo que nos agarramos con más fuerza para sentirnos seguras, se esfuma.

¿Y si miramos la otra cara de la moneda? La sorpresa puede llenarnos de dicha y darnos oportunidades que nunca hubieramos vivido. Como estar con tu bebé en plena conexión sin más visitas que vuestras miradas y vuestra piel. ❤️