«A los 19 años sufrí una trombosis cerebral, yo tomaba anticonceptivos y los médicos creen que fue la causa de la trombosis. Eso me dejó secuelas, fue un camino duro, me quedó daño cerebral y migrañas, me quitaron un ovario y también la vesícula.
Tras todo ésto, no me podía quedar embarazada de forma natural. Estuvimos 8 años buscando a nuestro bebé y nada, por más que lo intentamos no fue posible.
Finalmente acudimos a la FIV. En mi primera fecundación me quedé embarazada de mi niño y en la segunda de mi niña.
Mis embarazos fueron muy buenos. Lo peor que recuerdo eran los días de heparina, durante todo el embarazo tuve que tener tratamiento para evitar otra trombosis.
Los dos partos fueron cesáreas, pues los neurólogos no permitieron que fueran parto natural, pero me fue súper bien y no me dolieron.
Ahora ya mi niño tiene 28 meses y mi niña 3 meses.
Pasaría por todo otra vez si luego supiera que voy a tenerlos a ellos conmigo.»
Gracias Mamen por esta historia de valentía y superación. Que nos transmite la fuerza que nos dice SÍ SE PUEDE, NO TE RINDAS.
No todos los embarazos son mediante fecundación natural, ni todos los partos mediante un parto natural. Pero son igualmente válidos y hermosos.
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